Como coordinadores de un grupo de adolescentes a todos nos llega un
momento en que sentimos que fracasamos, nos sentimos tan poco para el gran
llamado que nos hizo Dios.
Muchas veces tengo estas palabras: “Si
sos fiel en lo poco, también lo serás en lo mucho”. Y cuanto cuesta a veces! Pero aunque
en algunas oportunidades el diablo nos quiera hacer bajar los brazos, sabemos
que no estamos en la tierra para nosotros mismos. Todos tenemos una misión y
eso, debería ser lo más importante.
A veces nos cansamos buscando ideas útiles para los adolescentes,
dinámicas y aliento que les muestre cada día el amor incondicional que Dios
tiene para ellos.
Correr tras los adolescentes (literalmente a veces!) y nos sentimos
cansados y agotados física y mentalmente, con todo lo que aparte, nuestra vida
cotidiana implica.
Hemos escuchado y visto tristeza, problemas que surgieron y que enfrentan
los adolescentes (que muchas veces es normal), y hay incluso personas que
quieren hacerte bajar los brazos… y sí, hay que admitir que te tiran para
abajo.
Pero nosotros sabemos que esas son las ocasiones que nos hacen más
fuertes, y No más fuertes para obtener algún premio terrenal. En términos
Bíblicos, nuestra armadura está doblada y desgastada.
Sin embargo, en medio de todo esto oímos “Bien hecho mi siervo
fiel”, y sabemos que ganamos, porque Él ganó.
En fin, si también te sentís cansado, te invito a escuchar una canción
para animarte.
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